Si bien muchos factores pueden influir en el peso de una persona, el exceso de peso y la obesidad se deben principalmente a un desequilibrio entre la ingesta de energía de la dieta y el gasto de energía (a través de actividades físicas y funciones corporales). Los factores genéticos y ambientales juegan un papel importante, pero la atención a la dieta y la actividad física es importante no solo para prevenir el aumento de peso, sino también para la pérdida de peso y su posterior mantenimiento.
Con la obesidad, se encuentran actividades inflamatorias sistémicas. La respuesta inflamatoria a los alimentos induce la producción de proteínas mensajeras como TNF-alfa. Esta sustancia mensajera bloquea los receptores de insulina e impide el suministro de energía de la célula. El azúcar presente en la sangre, no puede o solo puede transportarse de forma restringida a la célula, donde se necesita con urgencia. Esto puede activar dos mecanismos: