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Sensibilidad al gluten no celíaca y alergias alimentarias IgG

La sensibilidad al gluten no celíaca y las alergias alimentarias IgG guardan una relación que es poco conocida. La dieta “gluten free”, o dieta libre de gluten, se ha vuelto popular en los últimos años y se asocia usualmente a una buena salud y a dietas sin azúcar o sin conservantes. Sin embargo, ¿realmente es bueno para todos dejar de comer productos con gluten? La ciencia y la medicina ha demostrado que sí puede ayudar a mejorar la calidad de vida de personas celíacas y sensibles al gluten (no celíacas), pues estas son las personas que se ven afectadas gravemente por su consumo. En este artículo te contaremos sobre la diferencia entre la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca, cómo esta última se relaciona con las alergias alimentarias IgG y cómo identificar estas alergias por medio del examen diagnóstico ImuPro.

¿Qué es el gluten y dónde se encuentra?

El gluten es un conjunto de proteínas que se encuentra en los cereales como el trigo, la cebada y el centeno; o en derivados como la espelta, la escanda, el kamut, el triticale y el farro. La avena es considerada por algunos como un cereal sin gluten, pero a menudo puede estar contaminada por otros cereales con gluten en su procesamiento y almacenamiento.

El gluten no es una proteína dañina para todos, como hemos mencionado arriba. Si una persona que no padece ninguna patología asociada al gluten lo deja, los efectos positivos que verá en su salud no estarán asociados a esta restricción, sino a que probablemente ha dejado de consumir productos procesados, altos en azúcares y conservantes. Por otro lado, es importante decir que tampoco es una proteína esencial para el ser humano y que puede ser reemplazada por otras para suplir nuestro porcentaje diario esencial de proteínas.

El trigo, el cereal más consumido en el mundo, contiene gluten.

Patologías relacionadas al gluten y sus diferencias

1. Enfermedad celíaca o celiaquía:

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune grave que se presenta en personas genéticamente predispuestas, en la que la ingestión de gluten daña el intestino delgado e, incluso, puede llegar a dañar otros órganos. Se estima que afecta a 1 de cada 100 personas en todo el mundo. Cuando las personas con enfermedad celíaca comen gluten, su cuerpo genera una respuesta inmunitaria que ataca el intestino. Estos ataques provocan daños en las vellosidades, pequeños filamentos que recubren el intestino, que promueven la absorción de nutrientes. Cuando las vellosidades se dañan, el cuerpo no puede absorber adecuadamente los nutrientes y esto puede provocar problemas digestivos graves  y/o desnutrición, osteoporosis, anemia, entre otras.

Los científicos creen que la enfermedad celíaca es de origen genético. Las personas con un familiar de primer grado con enfermedad celíaca (padre, hijo, hermano) tienen un riesgo de 1 en 10 de desarrollar la enfermedad celíaca. Puede desarrollarse a cualquier edad después de que las personas comienzan a comer alimentos o medicamentos que contienen gluten. Si no se trata, la enfermedad celíaca puede provocar problemas graves de salud. No es fácil de diagnosticar  y se necesita un acompañamiento constante de médicos expertos para hacerlo.

El único tratamiento conocido es llevar una dieta estricta libre de gluten y aplacar los daños ocasionados por el tiempo en el que el paciente no tuvo un diagnóstico claro.

2. Alergia al trigo:

La alergia al trigo es una condición inmunológica en la que hay una reacción inmediata a la exposición al trigo que libera anticuerpos IgE y produce síntomas digestivos, respiratorios y/o cutáneos. En este caso, los alérgicos al trigo lo son al conjunto de proteínas contenido en el trigo, no particularmente al gluten. Esta alergia de efecto inmediato es el tipo de alergia alimentaria más común (es diferente a la alergia alimentaria IgG que explicaremos más abajo).

3. Sensibilidad al gluten no celiaca (SGNC):

Es una condición caracterizada por síntomas intestinales y extra-intestinales relacionados con la ingestión de alimentos que contienen gluten. Quienes la padecen no pueden tolerar el gluten y experimentan síntomas similares a los que padecen la enfermedad celíaca, pero carecen de los mismos anticuerpos y daño intestinal que se observan en la celiaquía. El diagnóstico es engorroso y actualmente solo se confirma mediante protocolos de retirada de gluten y prueba de placebo. Existe una gran superposición de síntomas entre la SGNC y otros trastornos gastrointestinales funcionales, lo que dificulta el diagnóstico diferencial. La fisiopatología de NCGS no está clara en gran medida y aún no se identifica un desencadenante específico de esta afección.

En general, los síntomas en pacientes con SGNC aparecen con la ingestión de gluten y desaparecen o mejoran con cuando se lo evita. La reintroducción del gluten en la dieta o la provocación con gluten determina la reaparición de los síntomas. Los síntomas principales en pacientes con SGNC incluyen distensión abdominal y dolor en la parte superior o inferior del abdomen, diarrea, náuseas, estomatitis aftosa, hábitos intestinales alternos y estreñimiento, entre otros.

(Acá puedes leer sobre Síndrome del Intestino Irritable y alergias alimentarias IgG)

(Acá puedes leer sobre Síndrome del Intestino Irritable y alergias alimentarias IgG)

La sensibilidad al gluten no celíaca y las alergias alimentarias IgG guardan una relación poco conocida.

Sensibilidad al gluten no celíaca y las alergias alimentarias IgG

Las hipersensibilidades alimentarias, o alergias alimentarias de tipo IgG son las que producen una reacción del sistema inmune que libera el anticuerpo humoral inmunoglobulina G tras consumir un alimento desencadenante de síntomas. Estas se diferencian de las del tipo IgE porque no tienen una reacción inmediata y aguda, sino que se desarrollan en un periodo de tiempo que va desde tres horas hasta tres días, generan un desorden inflamatorio del sistema inmune innato y no suelen ser de conocimiento de quienes las padecen por su reacción retardada. Las alergias IgE se pueden reconocer fácilmente porque los síntomas suelen ser inmediatos y visibles, como hinchazón en el rostro, congestión y dificultad para respirar, vómito y diarrea, desmayos, etc. Por otro lado, los efectos de las alergias alimentarias IgG tardan tiempo en mostrarse y suelen ser de carácter inflamatorio en el interior de nuestro cuerpo. Es por esta razón que reconocer los alimentos que desencadenan los síntomas de una alergia IgG puede ser complicado.

Existe una estrecha relación entre la sensibilidad al gluten no celiaca y las alergias alimentarias IgG que aún está siendo estudiada. Aunque las causas de SGNC pueden ser múltiples y varían en cada paciente, se sabe que existe una condición inflamatoria subyacente que provoca los síntomas. Esta condición inflamatoria puede ser de bajo grado y puede estar siendo causada por niveles elevados de anticuerpos IgG específicos para el alimento desencadenante, que en el caso de la SGNC es el gluten, es decir puede venir de una alergia alimentaria IgG (tipo III) al gluten. De hecho muchos de los síntomas coinciden: inflamación abdominal, falta de apetito, gases, periodos de diarrea y estreñimiento, desnutrición e, incluso, problemas de salud mental. (Conoce la relación entre alergias alimentarias IgG y salud mental)

En un estudio realizado en Italia, de 15 niños con diagnóstico de Sensibilidad al gluten no celíaca se evidenció la presencia de anticuerpos IgG en el 66% de los pacientes. (Francavilla R, Cristofori F, Castellaneta S, et al. Clinical, Serologic, and Histologic Features of Gluten Sensitivity in Children. J Pediatr. 2014;164(3):463-7.e1.)

¿Cómo identificar estos niveles de IgG para reconocer una alergia alimentaria IgG al gluten?

ImuPro y sensibilidad al gluten no celiaca

ImuPro puede ayudar a reconocer que se tiene una alergia alimentaria IgG. Es una prueba diagnóstica en la cual se reconocen los alimentos potencialmente desencadenantes para que puedan ser removidos y luego rotados en la dieta; y evitar así la inflamación que causa los síntomas.

Cuando te haces una prueba diagnóstica ImuPro se analiza la presencia de los anticuerpos IgG en tu sangre y se prueban hasta 270 alimentos para ver cuáles pueden ser los desencadenantes de las alergias IgG. ImuPro es un análisis nutricional individual, que va acompañado de una guía personalizada respaldadada por el laboratorio Aleman R-Biopharm AG. El examen incluye una guía única post-análisis. Junto con los resultados de la prueba, recibirás tu concepto nutricional individual. Se te aconsejará dejar los alimentos que son posibles desencadenantes y re introducirlos de a pocos para identificar cuáles son los que están causando los síntomas retardados. Si en tu examen diagnóstico se revelan niveles de IgG positivos y elevados para el gluten, entonces se te aconsejará dejarlo para probar si mejoran tus síntomas.

ImuPro puede ser una opción de examen diagnóstico para que los pacientes puedan reconocer la relación que existe entre la sensibilidad al gluten no celíaca y las alergias alimentarias IgG. Lo más interesante de ImuPro, acompañado del constante registro de lo que comes, es que estarás desarrollando un tratamiento hecho especialmente para ti y que se adaptará a tus necesidades. Esta estrategia se aleja de las dietas estrictas que muchas veces terminan eliminando alimentos que no son perjudiciales, que nos gustan y que incluso necesitamos. Podrás identificar si realmente es necesario para ti llevar una dieta sin gluten.

Por medio de la prueba ImuPro y un juicioso registro de tus comidas podrás identificar si existe una correspondencia entre la sensibilidad al gluten no celiaca y una alergias alimentaria IgG que está causando tus síntomas. Así, podrás prevenir y/o controlarlos para tener una vida más sana, llevadera y cómoda.

(Acá puedes leer sobre alergias IgG y problemas gastrointestinales)

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