No todos los alimentos saludables nos hacen bien a todos porque no todos los cuerpos funcionan de la misma manera. Parece obvio, pero con el aumento de popularidad que ha tenido el estilo de vida saludable y fitness muchas personas creen que porque un alimento es catalogado como saludable entonces pueden comerlo sin problema. Lastimosamente, eso no es así.
Algunos alimentos que son inofensivos para otras personas, pueden causar síntomas negativos en nosotros. Por ejemplo, si tienes alergia o intolerancia, ciertos alimentos, que son saludables para otros, pueden ser altamente perjudiciales para tu salud. Lo difícil es identificar cuáles son. Por eso, hoy en Eurolife te contaremos por qué algunos alimentos saludables pueden ser los responsables de tus síntomas recurrentes y cómo puedes saber cuáles son.
¿Qué son los“alimentos saludables”?
Saludable es un adjetivo que describe aquello que es beneficioso para nuestra salud. En ese sentido, los alimentos saludables serían aquellos que te brindan los nutrientes que necesita tu cuerpo para obtener energía y mantener su estado fisiológico, es decir, su correcto funcionamiento. El agua, los carbohidratos, las grasas, las proteínas, las vitaminas (antioxidantes) y los minerales son los nutrientes clave que componen una dieta sana y equilibrada.
Sabemos que los alimentos ultra procesados y altos en azúcar refinada y/o grasas saturadas son perjudiciales para nuestra salud y debemos evitarlos. Esos son fáciles de identificar. Ahora bien, ¿cuándo debemos evitar alimentos que, en teoría, son saludables? ¿Y por qué?
¿Cuándo pueden ser perjudiciales los alimentos saludables?
Como sabes, la comida es absolutamente decisiva para nuestra salud. Los alimentos pueden afectar el cuerpo de muchísimas formas y esto dependerá de las particularidades de nuestro cuerpo. Además de intoxicaciones por comida, las intolerancias alimenticias y los diferentes tipos de alergia pueden llevar a reacciones adversas provocadas por alimentos, incluso si estos son saludables.
Las intolerancias y las alergias IgE e IgG, que usualmente se confunden entre sí, pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Es importante que sepas que no es lo mismo una intolerancia que una alergia y que, además, existen distintos tipos de alergias. A continuación, te explicaremos estos términos para que identifiques cuál es el tipo de condición que puede estar ocasionando tus síntomas.
Intolerancias alimentaria
“Intolerancia alimentaria” es el término sombrilla para las patologías no inmunológicas relacionadas con los alimentos, como la intolerancia a la lactosa, a la fructosa o al gluten. En una intolerancia alimentaria, el cuerpo no puede metabolizar correctamente ciertos azúcares o aminoácidos (por falta de ciertas enzimas), por lo cual, se desencadenan trastornos gastrointestinales. Es importante tener en cuenta que las intolerancias alimentarias no están relacionadas con nuestro sistema inmune, mientras que las alergias sí. Existen alergias alimentarias del tipo IgE y del tipo IgG.
Alergias alimentarias Ige
Las alergias alimentarias IgE, o tipo I, están mediadas por una liberación excesiva de histamina. Se caracterizan por la aparición inmediata de síntomas tras el consumo de un determinado alimento. Es la alergia que comúnmente conocemos. Sus síntomas habituales son: picazón en la piel, seguido de erupción e hinchazón de las mucosas. En casos severos, hay riesgo de un shock anafiláctico que puede comprometer la vida si no se contrarresta inmediatamente.
La mayoría de las personas que tienen una alergia IgE lo saben, pues la mayoría se desarrolla en la niñez y sus efectos son inmediatos y totalmente evidentes. Las más comunes son: alergia a las nueces, fresas o frutos rojos, lácteos, huevo, trigo, mariscos, entre otras.
Alergias alimentarias IgG
Ahora bien, el asunto con las alergias alimentarias IgG, o tipo III, es más complicado porque la mayoría de las personas que las padecen no lo saben porque sus efectos son tardíos y pueden manifestarse entre 3 a 72 horas luego de consumir el alimento. Esto hace que sea difícil correlacionar un alimento con un síntoma específico.
Por ejemplo, imagina que comiste queso antes de ayer y solo hasta hoy presentas dolores fuertes de estómago… Tenderás a culpar a los alimentos que comiste hoy, pero en una alergia alimentaria IgG es posible que ese queso que te comiste hace dos días sea en realidad el responsable.
En una alergia alimentaria IgG, o tipo III, los anticuerpos IgG y los antígenos alimentarios generan una reacción inmune que conduce a condiciones inflamatorias de bajo grado que, si no se tratan, pueden volverse crónicas. Los síntomas más comunes de las alergias IgG son: problemas gastrointestinales (como síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn), dermatitis, psoriasis, eczema, migraña, fatiga y hasta trastornos del estado de ánimo.
Si tus síntomas recurrentes tienen que ver con algunas de estas condiciones, sabrás bien lo difícil que es lidiar con estas condiciones todos los días. Las alergias alimentarias IgG realmente pueden deteriorar la calidad de vida de las personas que las padecen, y lo más grave es que no saben que eso es lo que está causando sus síntomas. ¿Cómo podrían llegar a saberlo? ¿Existe algún método para identificarlas? ¡Afortunadamente sí! Te lo contaremos a continuación.
¿Cómo puedes identificar los alimentos saludables que desencadenan tus síntomas?
El camino para identificar aquellos alimentos que están provocando tus síntomas recurrentes y deteriorando tu salud empieza por hacerte consciente de tu alimentación. Para ayudarte en ese proceso está la prueba diagnóstica ImuPro.
ImuPro: examen diagnóstico
Una prueba de alergia alimentaria IgG confiable como ImuPro puede determinar qué alimento podría ser responsable de tus síntomas. Este test del laboratorio alemán R-Biopharm puede señalarte cuáles alimentos reaccionan a anticuerpos IgG para que puedas evitarlos en tu alimentación. Además, viene con una guía nutricional y un recetario personalizados que te ayudarán a reemplazar estos alimentos con el fin de que tus síntomas mejoren.
El método ImuPro consta de tres fases:
- Eliminación: debes eliminar todos los alimentos que, de acuerdo a los resultados de tu prueba ImuPro, reaccionaron a anticuerpos IgG con el fin de que tu cuerpo se recupere de las inflamaciones de bajo grado.
- Provocación o rotación: debes introducir uno a uno los alimentos y observar la reacción de tu cuerpo durante los siguientes tres días para determinar cuáles están causando síntomas específicos.
- Estabilización: durante al menos un año debes evitar los alimentos que reconociste como desencadenantes de tus síntomas específicos en la fase anterior. Puedes reintroducir a tu dieta aquellos alimentos que no causaron ningún síntoma y/o aumento de peso corporal durante la fase de provocación. En la mayoría de las dolencias crónicas, evitar los alimentos positivos para IgG puede conducir a una remisión parcial o completa de los síntomas.
¡Lo mejor es que en todo este proceso, no estarás solo! En Eurolife, representante en Colombia de ImuPro, estaremos para ofrecerte orientación y sugerencias personalizadas de recetas y sustitutos para los alimentos desencadenantes de tus síntomas. Te sugerimos también llevar un diario de alimentos para que registres día a día todo lo que comes y puedas identificar con más facilidad qué efectos tienen los alimentos saludables en tu cuerpo.
Una alimentación saludable no consiste simplemente en comer frutas y verduras, y fin de la historia. La verdadera alimentación saludable es aquella que se adapta a las necesidades específicas de tu cuerpo. Por eso, es algo que se va construyendo con el tiempo a medida que conoces profundamente tu cuerpo y qué le hace bien y qué no. ¡ImuPro está aquí para facilitar esa labor! ¿Quieres saber si ImuPro puede ayudarte? Haz esta prueba rápida para que sepas si este es tu camino hacia una mejor salud.